Con la llegada del clima frio propio del invierno, nuestros pies se ven comprometidos. Durante este periodo debemos prestar una mayor atención al cuidado de nuestros pies, ya que con los bruscos cambios de temperaturas se suelen ver afectados. Las principales afecciones podálicas en invierno son: sabañones, eccemas, rozaduras, espolón calcáneo o juanetes ¿Cómo podemos evitarlos?
Usa calzado adecuado
Es recomendable que usemos calzado de suela antideslizante y con mayor grosor para evitar que el frío pase a nuestros pies y evitar posibles caídas por lluvia, nieve o escarcha. Escoge un calzado que se adapte correctamente a tus pies, pero sin ser demasiado apretado, ya que el roce de la piel con el material húmedo puede provocar rozaduras o callosidades interdigitales.
Calcetines para el invierno
El uso de calcetines en inviernos es muy recomendable, ya que esta prenda brinda calor a nuestros pies y nos hace sentir en confort. Evita los calcetines ajustados, ya que estos pueden afectar de manera negativa a nuestra circulación. Prioriza en época de invierno los calcetines hechos a base de fibras naturales y algodón.
Hidrata tus pies
El frío del invierno hace que nuestros pies se deshidraten, por ellos es recomendable el uso de cremas hidratantes que eviten durezas, sequedad y talones agrietados y nos permitan mantener una buena salud podal.
Mantén los pies secos
Las altas temperaturas y la sudoración corporal provocan en nuestros pies un exceso de humedad. Es fundamental mantener nuestra piel seca, secarnos muy bien los pies después de la ducha o si nos hemos mojado por la lluvia y cambiar los calcetines a menudo para evitar que el frío cale y humedezca nuestros pies.
Evita el alcohol y el tabaco durante el invierno
El consumo de alcohol y el tabaco son grandes enemigos para nuestros pies, aumentan la deshidratación de nuestro cuerpo y disminuyen la circulación, afectando principalmente a nuestras articulaciones inferiores.
Evita las fuentes de calor directas
Acercar los pies a radiadores o fuentes de calor directa tras llegar a casa con los pies fríos o mojados es un hábito totalmente desaconsejable. Debido al brusco cambio de temperatura esta costumbre puede provocarnos la aparición de sabañones o rojeces.
Mantente siempre en movimiento
Aunque en invierno nos apetezca resguardarnos del frio ¡sal a caminar! El ejercicio físico nos ayuda a calentar las extremidades y a mejorar la circulación de nuestro cuerpo. Al llegar a casa también es aconsejable realizar masajes en los pies o sumergirlos en agua tibia para seguir favoreciendo a nuestra circulación.
Acude al podólogo regularmente
El podólogo es el médico especialista de los pies, ante cualquier duda o malestar que no podamos controlar con los consejos anteriores no dudes en acudir a la consulta de un profesional.