El Alzheimer se trata de una enfermedad degenerativa, clasificada como demencias, que provoca el fallecimiento progresivo de las neuronas. Esta enfermedad se caracteriza por la pérdida gradual de las diferentes funciones cognitivas, es el caso de la memoria, el lenguaje o la orientación.
La fisioterapia se presenta como una manera muy efectiva de paliar los síntomas de los pacientes que sufren de Alzheimer. Los ejercicios terapéutico pueden retrasar la aparición de la enfermedad y disminuir sus dificultades.
Los objetivos generales de la fisioterapia en personas con Alzheimer son:
- Procurar que el paciente mantenga una buena calidad de vida durante el mayor tiempo posible.
- Potenciar el correcto funcionamiento del aparato locomotor; así como las habilidades y capacidades motrices.
- Retrasar los posibles efectos en el sistema cardiorrespiratorio.
- Prevenir las patologías asociadas a la evolución de la enfermedad.
Beneficios de la fisioterapia para los enfermos de Alzheimer:
La realización de un programa de fisioterapia y ejercicios terapéuticos adaptados al paciente y guiados por un profesional tiene un impacto muy beneficiosos en la calidad de vida y autonomía de los enfermos; además, la realización de ejercicio físico ayuda a mejorar, mantener o rehabilitar las capacidades afectadas.
Mejora la función cognitiva: memoria, atención y capacidad verbal.
Los ejercicios de la fisioterapia ayudan a estimular y mejorar la cognición de los pacientes. Estos pueden incluir dinámicas, juegos de memoria y actividades de coordinación que ayuden al paciente a trabajar la atención y la capacidad verbal.
Estimulación sensorial:
Los ejercicios terapéuticos implican el uso de los sentidos, como la vista, el oído y/o el tacto. Estimular los sentidos ayuda al paciente a mejorar su atención y fortalecer las conexiones de las áreas sensoriales y cognitivas del cerebro.
Independencia y autonomía:
La fisioterapia se centra en mejorar la movilidad y la funcionalidad física; promueve la estimulación cognitiva y ejercita la mente. Los pacientes de Alzheimer que practiquen ejercicios terapéuticos podrán disfrutar de una mayor independencia y autonomía a la hora de realizar tareas cotidianas.
Mejora el equilibrio y previene de posibles caídas:
La actividad física es muy importante para fortalecer el cuerpo, las articulaciones y los músculos. Los ejercicios aeróbicos de la fisioterapia ayudan a los pacientes a mantener el equilibrio de su cuerpo, así evitar posibles caídas. El ejercicio físico es de vital importancia para prevenir el estado de encamamiento o sedestación prolongada.
Trastornos del comportamiento:
A menudo, los enfermos de Alzheimer presentan niveles elevados de ansiedad, depresión, estrés o problemas para conciliar el sueño. La fisioterapia, mediante la liberación de endorfinas y la reducción del cortisol (la hormona que produce el estrés), puede contribuir a un estado mental más equilibrado, facilitando así un entorno más propicio para el paciente y sus familiares.